El escritor y periodista peruano Nicolás Yerovi, conocido por su trabajo en la revista satírica ‘Monos y Monadas’, falleció este domingo 19 de enero, según confirmó su hija Paloma Yerovi a través de sus redes sociales. La noticia conmocionó al ámbito cultural y periodístico, donde Yerovi había dejado una huella significativa.
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Paloma comunicó el deceso a través de su cuenta de Instagram. “Con tanta tristeza les comunico que Nicolás Yerovi, mi papá, murió hoy. Tan pronto tenga detalles del velatorio, se los haré saber”, escribió. La publicación fue acompañada de mensajes de apoyo y solidaridad por parte de seguidores, amigos y colegas.
Además, durante el comunicado, la hija del reconocido escritor señaló que pronto detallará del velatorio para que el público vaya a darle el último adiós.
Nicolás Yerovi de 73 años de edad, se encontraba ingresado en el Hospital Rebagliati, en Lima, desde el pasado sábado 18 de enero. Su estado de salud había sido descrito como delicado, situación que llevó a su hija a realizar un llamado público a través de redes sociales para pedir oraciones y pensamientos positivos.
Un legado de ironía y crítica social
El poeta dedicó su vida a la escritura, el periodismo y el humor gráfico. Su trabajo en ‘Monos y Monadas’ se destacó por una combinación de ironía, crítica social y reflexión sobre la realidad política del país. Su estilo agudo y directo lo convirtió en una figura destacada de las letras peruanas.
La Casa de la Literatura Peruana expresó sus condolencias a través de un comunicado en la plataforma X (antes Twitter). “Lamentamos la muerte del escritor y periodista Nicolás Yerovi. Impulsor del legado de su abuelo Leonidas al refundar la revista Monos y Monadas. Nuestras condolencias a su familia y seres queridos”. Este mensaje refleja el impacto cultural que Yerovi logró construir durante su trayectoria.
Nicolás Yerovi, nació el 31 de agosto de 1951, llevaba en sus venas la herencia artística de su abuelo, el reconocido poeta peruano Leónidas Yerovi.
Además de su faceta como periodista y editor, destacó como novelista y dramaturgo, escribiendo más de 50 comedias que consolidaron su lugar en el ámbito teatral. Su obra, caracterizada por un agudo sentido del humor y una crítica mordaz, lo convirtió en una figura fundamental de la cultura peruana.
Los restos de Nicolás Yerovi serán velados en la Biblioteca Central de Barranco
El país se despide de Nicolás Yerovi quien dejó un legado invaluable para las letras y el periodismo nacional. Pese a la negativa inicial del Ministerio de Cultura para ofrecer un espacio oficial para su velorio, la familia del escritor encontró apoyo en la Municipalidad de Barranco, distrito con el que el autor mantenía una profunda conexión personal y creativa.
Paloma Yerovi confirmó que el velorio se realizará en la Biblioteca Central de Barranco, ubicada en el Parque Municipal. A través de una publicación en redes sociales, agradeció el gesto de las autoridades locales y destacó que esta ubicación representa el homenaje más apropiado para su padre.
“El mejor homenaje para nuestro querido padre es, como dice mi hermano, en su pueblo, Barranco. Mientras Alex me lo proponía, recibí la llamada de la Municipalidad de Barranco. Nuestro padre hubiera querido que sea ahí”, escribió Paloma en Instagram.
El velorio comenzó el lunes 20 de enero, de 2:00 p.m. a 10:00 p.m., y continuará el martes 21 de enero, de 8:00 a.m. a 12:30 p.m. La familia ha invitado a amigos, colegas y seguidores a despedir a Nicolás Yerovi en un entorno impregnado de cultura e historia, valores que él mismo cultivó a lo largo de su prolífica carrera.
El último mensaje de Nicolás Yerovi
“Hoy cumplo 73 años. Nunca creí que llegaría a contarlos, porque sobrevivir 73 años en el Perú equivale a vivir 800 años en Suiza. Esta ha sido una aventura denodada, asombrosa, lesiva, hilarante y pertinaz.
Tengo, pues, 73 años, 6 corbatas y ningún remordimiento, y aunque pueden hacerme falta muchas cosas, lo único que a mí me sobra es gratitud.
Agradezco a las personas que han sonreído al leer lo que yo he escrito y publicado en el último medio siglo, porque su sonrisa ha enriquecido mi vida. Agradezco a quienes sonríen cuando digo que soy anticuado porque me gustan las mujeres, no tengo tatuajes y hasta pago mis deudas.
Al fin y al cabo, formo parte de un linaje de escritores satíricos que ha hecho, pudorosamente, hasta del dolor, una galante forma de admirarse ante el enigma de la vida”.
Fuente: infobae