La atención médica en el Hospital de Tingo María enfrenta una crisis silenciosa. Así lo denunció la coordinadora de salud mental, Vidi Vanessa Cayetano Cornelio, quien alertó sobre las precarias condiciones en las que se brinda atención psicológica y psiquiátrica en esta provincia de Huánuco.
Durante una entrevista ofrecida en el marco del Día Mundial de la Salud, Cayetano fue enfática: el hospital no cuenta con ambientes adecuados para internamientos ni atención ambulatoria especializada, situación que —según dijo— pone en riesgo la recuperación y seguridad de los pacientes, además de afectar al propio personal médico.
“Los ambientes no cumplen con las normas técnicas mínimas”, afirmó la especialista. “Atendemos a más de 120 usuarios diarios, pero solo disponemos de 10 camas de hospitalización —cinco para hombres y cinco para mujeres—. Es completamente insuficiente”, agregó.
La coordinadora señaló que la deficiencia estructural se debe a la demora en la entrega del nuevo hospital general, que sigue en etapa de recategorización. Mientras tanto, los pacientes con cuadros críticos deben ser atendidos en espacios improvisados y sin las condiciones necesarias.
Cayetano hizo un llamado urgente al Gobierno Regional de Huánuco y al Ministerio de Salud (Minsa) para que aceleren la conclusión de las obras y habiliten cuanto antes los ambientes destinados al área de salud mental.
“Estamos viendo muchos casos de intentos de suicidio, consumo de sustancias psicoactivas y trastornos psiquiátricos severos”, explicó. “Son usuarios de tipo 1, personas con afectaciones físicas y psicológicas graves. Este servicio debería estar colindante con el área de emergencias, pero no lo está”, cuestionó.
La especialista resaltó además que el hospital carece de articulación entre los servicios de emergencia, medicina general y hospitalización, lo que agrava las demoras en la atención y aumenta los riesgos clínicos.
A pesar de que el servicio de salud mental cuenta con unos 30 profesionales, Cayetano reconoció que trabajan en condiciones precarias, sin los recursos ni el espacio adecuado.
“Ni siquiera cumplimos con los requisitos que establece la normativa nacional para este tipo de atención”, lamentó.
De acuerdo con la coordinadora, la mayor parte de los pacientes tienen entre 13 y 40 años, un grupo etario golpeado por la depresión, la ansiedad, los trastornos emocionales y las adicciones. También se reportan casos de esquizofrenia y psicosis, en un contexto donde el consumo de drogas ha incrementado de forma alarmante.
“La salud mental no puede seguir siendo el último eslabón del sistema de salud”, enfatizó Cayetano, advirtiendo que la falta de infraestructura y recursos está dejando sin atención adecuada a cientos de huanuqueños que necesitan ayuda urgente.