Como cada año, cientos de personas subieron el Cerro San Cristobal motivados por la fe de Semana Santa y, una vez en la cima, presenciaron la escenificación del Vía Crucis a cargo de Mario Valencia Rivadeneira, conocido popularmente como el ‘Cristo cholo’. Fue una jornada llena de esperanza y reflexión, que además unió a diversas familias en este feriado largo.
Las actividades de este Viernes Santo empezaron desde temprano: a las 11 de la mañana partió la procesión desde la plaza de Armas del Rímac y continúo su recorrido por los jirones Marañón y Trujillo hasta llegar a la Plaza de Armas de Lima. Luego siguió su camino por los jirones Carabaya, Ica, Azángaro, Áncash y Abancay para ingresar nuevamente al distrito bajopontino por el jirón Loreto.
Alrededor de las 3:00 p. m., llegó el turno del ‘Cristo cholo’, quien puso sus pies por los jirones Marañón, Hualgayoc y Madera para después subir al cerro San Cristobal con su obra teatral denominada “Carga tu cruz y sígueme”.
Esta escenificación representa las últimas horas de Jesucristo, quien es obligado a cargar una cruz hasta el monte Gólgota, donde fue crucificado por los romanos.
Cientos de fieles acompañaron el recorrido de cuatro kilómetros de este Viernes Santo e hicieron pausas en las 14 estaciones para orar y recordar la pasión de Cristo. Asimismo, para pegar piedras por cada uno de sus deseos.
Como se recuerda, Francisco Pizarro bautizó al cerro como San Cristóbal en 1535 y la cruz que se observa en la cima se empezó a construir en 1927. La mañana del 23 de diciembre de 1928, fue inaugurada en una ceremonia en la que participó el presidente Augusto B. Leguía y el arzobispo de Lima, monseñor Gaetano Cicognani.
Hoy, esta cruz es parte de un espacio de peregrinaje y cada año son más los que se unen al recorrido por Semana Santa. “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, fue una de las últimas frases que repitió a toda voz el ‘Cristo cholo’ como parte del Vía Crucis.
Fuente: El Comercio