Amarilis no solo vivió la Semana Santa. Amarilis la transformó en una experiencia inolvidable que unió la fe con la cultura, y el arte con la identidad. Miles de visitantes fueron testigos de una celebración que no solo conmemoró, sino que también inspiró.
Durante el reciente feriado largo, el distrito de Amarilis se convirtió en escenario de una verdadera fiesta espiritual y cultural. Sus calles, plazas y cerros se llenaron de vida con una programación que dejó huella en el corazón de quienes participaron. Desde lo más alto del Cerro San Cristóbal, donde cientos de fieles ascendieron en una peregrinación conmovedora, hasta la imponente escenificación del Vía Crucis en Malconga, cada actividad fue una manifestación de fe y devoción colectiva.
Pero Amarilis fue más allá de lo tradicional. Con una Feria Gastronómica, Artesanal y de Emprendimiento, el distrito celebró su talento local y su riqueza cultural. Platos típicos que narraban historias de generaciones, artesanías que reflejaban la esencia del pueblo y emprendedores con visión de futuro convirtieron la feria en un punto de encuentro para el orgullo amarilense.
Las noches vibraron con música y esperanza. El Concierto Musical, Cultural y Espiritual ofreció una experiencia sonora y emocional que conectó a los asistentes con sus raíces, mientras que el Teatro Musical “Esperanza y Fe” fue el gran cierre: una obra que tocó fibras profundas y que, con un mensaje de renovación, dejó al público de pie, aplaudiendo con el alma.
“Esta Semana Santa marcó un antes y un después para Amarilis. Logramos no solo atraer turismo y mover la economía local, sino revalorizar lo que somos: un pueblo con historia, con fe, con talento. Amarilis ha demostrado que tiene una voz potente y una identidad que merece ser celebrada por todo el país.” Sostuvo, el gerente de Desarrollo Económico, Víctor Arévalo.
Así, Amarilis no fue solo un destino en el mapa durante esta Semana Santa. Fue un faro de espiritualidad, cultura y transformación que hoy comienza a escribir su historia como uno de los epicentros turísticos más prometedores del Perú
